El bruxismo es un trastorno que se produce de manera involuntaria y consiste en apretar demasiado la mandíbula, haciendo rechinar los dientes unos con otros. Debido a ello, se produce un desgaste en los dientes que es necesario evitar o solucionar para no seguir dañando los las piezas dentales. Esta acción no tiene ningún propósito y aquel que la hace no puede controlarla. Este trastorno puede aparecer en cualquier etapa de la vida, aunque es bastante habitual que se dé en niños y adolescentes. Es lo que llamamos el bruxismo infantil.
El bruxismo en los niños es bastante frecuente, por ello, si detectas que a tu hijo le sucede, no debes alarmarte. Muchas veces al ser padres primerizos o no entender por completo este trastorno nos asustamos con facilidad, pero lo más indicado es que consultes con tu odontopediatra en Valencia para que te explique con detalle qué tratamiento es el más efectivo para su caso.
El bruxismo infantil suele aparecer cuando el niño tiene entre 4 y 6 años, aunque generalmente este hábito tiende a desaparecer con el paso de los años. Por la noche, el bruxismo suele ser bastante más severo ya que se los músculos de la masticación se contraen de forma más violenta y hasta puede escucharse dicho sonido. En los adolescentes la presión excesiva de la mandíbula puede provocar dolores musculares, de cabeza y problemas en la articulación mandibular. Este trastorno puede prolongarse hasta la edad adulta.
Actualmente se desconocen las causas del bruxismo, pero algunos estudios lo asocian a estados de ansiedad y estrés. Por ello, es importante identificar y tratar las causas que provocan estrés, en algunos casos puede ser necesario consultar a un profesional, como un psicólogo o psiquiatra. También es recomendable reducir los hábitos que potencian el bruxismo: masticar chicles, comer chucherías o morderse las uñas. Si tienes cualquier duda, consulta con tu dentista de confianza.